COGER EL TRÉBOLE
COGER EL TRÉBOLE
© Fernando Garrido, 23, XII, 2025
Cuando
alcalda de pro, mi íntimo cronista la
moteó “Madonna del Cencerro,” por cierta peculiar onomatopeya que su cognomen sugiere sin mucho tocarlo ni casi menearlo.
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Ambiciones O´Hara, marimandona y algo lagartuela; así la definen quienes la han conocido para bien, para mal o para peor.
De jovencita, la suya fue la biografía de un prominente escote apostado en un poyete junto a Zocodover: «A coger el trébole, el trébole; a coger el trébole la noche de San Juan los mis amores van». Tanto que al final, sí, al final, acabose de menistra. Si él se lo dio, también san Pedro se lo bendiga...
Dicen que ansiosa, afanosa, anhelosa, soberbia, vengativa, y sin escrúpulos en mañas para conseguir sus deseos. Suelen ser la amenaza, la seducción y la extorsión, sus cebos, filtros y armas. Ejemplos haylos. Porque siendo de Toledo, todo se sabe, aunque se cuente el milagro sin decir cual es el santo.

Toledana, tonta y vana. O mejor, de Toledo, pescador o pajarero. Y allá que te va con lo pescado y pajareado..., licuando su body con frenesí de groupy del club de las fans de las mujeres que no aman a los señores, sino sólo a su Pedro, que ya no lo va siendo tanto. Porque esa cartera llega tarde y de milagro, llena de babas lapa, a malas horas, las peores, a poco de que suene la campana o el cencerro de su berrendo amado.

Algunos exegetas apuestan que esa es la artimaña del Maquiavelo, para luego pegarle un puntapié con tilín en el trasero al vizconde díscolo de Fuensalida. Difícil lo veo. La cara del santo ya no hace milagros. Y el más íntimo enemigo de ambos, podría al fin dar un golpe de diputados antes de que se lo den a él en su pajizo tafanario. A la fuerza ahorcan. Después de tanto piarla, “sujetadme, que ahora sí que voy, si se trata de mí cubata y no de España.
Ojalá. Así, hágase el milagro, aunque sea del diablo.
Pero, hoy carteras con veneno se reparten, no ya milagros. Ayer, quizás pareciese caer la lotería, mañana tal vez el amargo llanto de una dolorosa Madonna, junto al Iscariote, sufrir la pasión de su corrupta agonía.










