LA PROMESA PROTEICA
© Fernando Garrido, 6, VII, 2023
Una cosa es irrefutable, si el socialismo da algo a alguien a otro se lo ha de quitar, contra su voluntad. Pero lo más probable es que esos “alguien” sean una misma persona, y ese algo arrebatado sea distributivamente un pedazo de libertad, propiedad, familia, identidad, intimidad o incluso la vida antes o después de nacer.
Y cabe preguntarse ¿qué hay más importante que la libertad y la vida, sin cuya posesión efectiva queda cercenado cualquier otro derecho? ¿Es que acaso sin libertad, ya no digamos sin vida, es posible adquirir alguna dádiva que no sea indigna para la humanidad?
Estos días los mendaces pregoneros deformes y multiformes de la izquierda lanzan que, si no gobierna la zurdería, la diestra le quitará al personal los derechos alcanzados. Y muchos nos preguntamos cuales son esos derechos pues, tras un lustro insoportable, la vida para la mayoría de españoles es considerablemente peor que antes.
Cosa nada extraña teniendo en cuenta que España es el único país de Europa donde hay un gobierno comunista.
No sé si alguno de esos ganapanes, traficantes de falacias, podría aportar algún dato o noticia cierta que demuestre que el socialismo-comunismo ha mejorado la vida humana allá donde se impuso u opera como régimen político.
Eso sí, las promesas de redención socialista pueden llenar anaqueles polvorientos, pues como hemos sabido esta semana los compromisos o promesas incumplidas no son mentiras ni engaños, sino cambios de opinión (SNCHZ dixit).
Esta es la nueva gran creación socialista: la promesa proteica, por la cual hoy se promete algo con cláusula de incumplimiento según opinión futura. O sea, un libérrimo derecho presidencial a la mentira de opinión.
En suma, cuando SNCHZ y YLNDA, piden el voto para presidir el país prometiendo, por ejemplo, una herencia universal -y 20.000 cosas más- debe saber el elector que no engañan porque no tienen intención de mentir hoy, sino de opinar mañana lo que les convenga.