LEY DE DEPENDENCIA E INDEPENDENCIA
LEY DE DEPENDENCIA E INDEPENDENCIA
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© Fernando Garrido, 11, VI, 2025
Como todo el mundo sabe, depender, significa estar subordinado a una instancia superior.
Por eso,
la ley de dependencia es hoy por hoy la única que el gobierno Sáncheztein cumple desde que, malhadado, llegase al poder para librar al país de lodos y corruptelas. Aunque debo aclarar que no se trata de la Ley 39/2006, aquella que supuestamente garantiza el derecho a la atención de personas que necesitan ayuda en sus actividades básicas o cotidianas por razón de edad, enfermedad o discapacidad.

No, no es esa, es una nueva creación leguleya que fusiona la ley de la selva con el derecho feudal, por la cual el siervo o vasallo depende del amo y este suele ser el que más fuerza tiene y ejerce sobre el otro. Y así, en esta última legislatura basura la ley de dependencia ha llegado casi a su perfección, pues no hay ya prácticamente otra regla que no sea el ejercer el poder porque valgo tanto como puedo hacer lo que tú no puedes. Se trata de una pirámide estamental en cuya cima se sitúan aquellos que pueden acabar con España y su gobierno, y este a su vez sobre las instituciones que le proporcionan los instrumentos para complacer los deseos de sus amos, los que más rugen porque pueden.

Aunque todos ellos al unísono hablan de democracia, justificando la perversa dinámica de su feudalismo selvático, como muralla medieval frente al peligro que corre aquella si no fuese por esta transición transaccional de concordias “progresistas”, sin presupuesto alguno que no sea el transitar de la ley de dependencia hacia la ley de la independencia que, para su aplicación, han de demoler toda institución que estorbe a los propósitos de un presidente bunquerizado, que es a la vez siervo y capo de una banda que ya acumula en su haber todos y cada uno de los delitos tipificados en la legislación de momento aún vigente.

Álvaro, el fiscalone, ya venía de casa advertido de ello, pues las palabras de SANCHEZ sobre la perruna dependencia de la fiscalía general del estado, fueron diáfanas y retrasmitidas por la televisión pública (RTVE) un cinco de noviembre de 2019, difundidas ampliamente por los demás medios, que lo calificaron entonces, al igual que su propio partido y el colectivo de jueces y fiscales, como un patinazo o exceso de frenada con una chulesca y presuntuosa afirmación interrogativa: ¿De quién depende? Pues eso, a partir de ahí todos fueron tomando nota de que bajo su mandato la ley de la dependencia sería y es lo que rige de veras.

Pedro depende de Carlos, de Arnaldo, de Pablo…, así como Álvaro, Cándido, Leire y Santos dependen de Pedro, lo mismo que los garbanzos de todos los miembros de su fámili pandi y cargos del partido, la rosa nostra, que sostienen la pirámide por debajo y se sustentan celebrando sus festines y banquetes sobre esos bienes públicos que como no son de nadie, según la deslenguada Chiqui de Triana, se los aplican a sí mismos. Aunque por suerte aún resisten las instituciones cuya verdadera y única dependencia es el deber, el honor, la dignidad y la justicia. Venga a nosotros su reino.