PERREO SNCHZ Y PERREAR
© Fernando Garrido, 30, XI, 2023
Ayer se inició el principio y continuóse del fin. La decimoquinta, la desfigurada niña bonita celebrada en el día de san Saturnino y san se acabó. La apertura de las cortes españolas deconstituyentes, revolucionarias y republicanas fueron inauguradas por un reo rey al que la mitad de sus señorías, salivando, imaginan ya con su borbónica testa bajo la guillotina, y a Leonor, su improbable sucesora, recluida en una jaula o rábida moabita vecina a su anciano abuelo.
Ayer fue el reinicio de la deconstrucción nacional en un parlamento ya sin estado de derecho, sin separación de poderes, y con un berlinesco muro levantado en medio del hemiciclo donde sucede lo que nadie quería creer.
Ayer comenzó la macabra escenificación del punto y final, del alarde y la amenaza que, comenzando por la presidencia del congreso -elogio de estulticia en alcohólica maceración- proclamaba en gangoso castellano ilegítimamente abierta la subversiva legislatura del terror llamado “avance” y “progreso”.
Ya vamos conociendo la represión y el miedo que opera y se nos viene para convertir a toda voz, otrora discrepante, al práctico cinismo crítico.
Es así como ayer en El Hormiguero (Antena 3) ese Arturo P. Reverte, en modo audaz y escapista, daba pábulo con parresias a un SNCHZ a quien atribuía ser un “personaje fascinante que, sin haber siquiera leído un libro en su vida, tiene la sangre de Maquiavelo en vena". "Es valiente, tenaz, no tiene escrúpulos y juega de manera extraordinariamente inteligente con nosotros…”, decía.
Añadía también que SNCHZ “vendería a su madre, pero entrega a la nuestra”.
No don Arturo, el HIDEPUTA de veras no tiene madre, tiene a quienes, como vos decís, sois “sus muñecos, comparsas que le aplauden, el PP, toda España, Waterloo... y todos trabajan para él y ahí está lo asombroso del individuo”, apostillando que “si fuera buena persona sería la leche, tiene mérito natural".
Decepcionante, ambiguo, está Reverte que, como buena parte de la “intelectualidad”, rehúsa la defensa de la dignidad nacional en un momento extremadamente trágico, abrazando una egoísta y estoica posición de salvaguarda personal, a la que añade expresión de su genética y biográfica condición republicana, que dice aletargada por preferir hoy a un rey, no como institución, sino por su humana condición de “buena persona” ante un vacío moral en la clase política.
Buena estaba y ella sola se murió, nos dice el refranero que Reverte, don Arturo, seguro conoce bien, como las nuevas entradas en el diccionario de la RAE, a la que pertenece sin pronunciar, por no ofender, la palabra "cancelación".
En qué estamos entonces: perreo SNCHZ o en el anfibológico perrear.
Qué más da, chunda-chunda, vender libros a-Motos y a vivir…