UN CASTILLO DE TOLEDO EN ALMONACID
UN CASTILLO DE TOLEDO EN ALMONACID
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© Fernando Garrido, 6, VI, 2025
Han pasado los años y Almonacid de Toledo ha cambiado, como casi todo, y entristece ver y decir que en algunas cosas para mal. El pueblo ha ido perdiendo su viejo aroma castizo de localidad castellana con su gran castillo medieval en lo alto, y del sur su blanco caserío jalbegado que inspiró al navarro, Félix Urabayen, a describirlo en su Serenata lírica a la Vieja Ciudad (1928), comparado con un aduar africano o un villorrio andaluz. Hoy aquellas paredes encaladas han ido cediendo su intensa claridad a aparejos más del gusto actual, de ladrillos bermejos, enfoscados beige y revoco de monocapa.

Hasta el castillo, en su cerro, ese gigante herido cuyo cuerpo y extremidades de tapial y piedra se iban descolgando y disolviendo con las inclemencias, ha perdido también recientemente una de sus torres, que cayó rendida no frente al ataque de un enemigo externo, sino por la desidia y el abandono de los propios. Sí, las gentes de Almonacid han vivido de espaldas a su castillo, como si no existiese. No todos, es verdad.

Da coraje ahora escuchar, tras el derrumbe, tanta palabrería excusando o repartiendo responsabilidades, pues se sabía y estaban suficientemente advertidos de ello quienes debieran de haber prestado atención a ese nuestro patrimonio histórico y objeto de protección BIC (Bien de Interés Cultural).

El que suscribe ha dedicado bastante tiempo a este magno ejemplar de arquitectura defensiva, como lo fue incoar el expediente para la protección de su entorno inmediato, los cerros y sus faldas, que faltaba por hacer, y la exploración del Encañado junto a un equipo de espeleólogos que acabo en la elaboración de una magnífica cartografía. Pero sobre todo y también una larga investigación en solitario de la singular fortaleza, aplicada a un TFM o tesina que, leída y juzgada por un tribunal academizo de la UCLM, obtuvo en su día la máxima calificación.
Trabajo que finalmente llegó a la imprenta bajo el título,
Castillo y Territorio en Almonacid de Toledo.

Garrido, Fernando, Castillo y territorio en Almonacid de Toledo, Almud, 2016.
Esta sigue siendo la única monografía publicada hasta el momento sobre él, que ya contenía las claves e información suficientes como para comprender y emprender la urgente e inexcusable tarea de su rescate, consolidación, conservación y revalorización, antes de que fuese tarde. Pero no ocurrió, y fatalmente llegó ese día anunciado en que se hablara del castillo no por otra mejor cuestión que el colapso de una de sus torres que, aunque sea el más visible resultado de la incuria de los tiempos y la humana apatía, no es ni mucho menos el único daño sufrido en lo que va desde que fuese declarado bien histórico a proteger hacia la mitad del pasado siglo XX.
No obstante, el advertido y desagradable acontecimiento sirva quizás para que desde el momento presente se tome conciencia de los errores del pasado. Por mi parte desde aquí ofrezco colaborar a ello.
