CHALECOS NARANJITOS
CHALECOS NARANJITOS
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© Fernando Garrido, 23, VIII, 2025
Lo de la Protección Civil no lo entiendo, nunca lo he entendido. Quiénes son, de dónde salen, cuándo, por qué…
Me lo empecé a preguntar cuando vi a un vecino, que no tengo precisamente por espabilado ni de muchas luces, vistiendo un chaleco naranja, ejerciendo como de autoridad del orden en una media maratón de esas que colapsan toda la ciudad porque al parecer no existen campos, circuitos ni otro mejor lugar para correr, exhibiéndose, que el centro de la ciudad.

Luego, a lo largo de los años, me he encontrado más de lo mismo, naranjitos medio espabilados y exhibicionismo maratoniano contra el normal discurrir de nuestra actividad cotidiana. Así que llegué a la conclusión de que los chalecos naranjas no podían ser otra cosa que la punta de otro chiringuito donde maman los de siempre. Pero no precisamente esos pringadillos que van de voluntarios para tener sus minutos de gloria como si fuesen agentes de no se sabe qué autoridad.

No obstante, he consultado la web del Ministerio del Interior, y creo que no estaba muy equivocado. De entrada, nos explican que dicha institución sirve para: “poner en funcionamiento los mecanismos que potencian y mejoran el Sistema Nacional de Protección Civil ante emergencias y catástrofes. Sistema que facilitará el ejercicio cooperativo, coordinado y eficiente de las competencias distribuidas entre las Administraciones Públicas”.
No sé a ustedes, pero parece redactado por alguna de esas dos vicepresidentas (Marichusma y Yolipandi), que no se las entiende ni del revés cuando pretenden hablar en serio, porque no saben, no quieren, ni pueden explicarse a fin de no decir nada y al tiempo escupirnos en cara lo bobos que somos si no entendemos lo divinamente solemnes y leídas que son.

En resumen, vista la web de Protección Civil, llego a una misma conclusión. No encuentro la necesidad. Para eso debieran estar o están las policías, los distintos cuerpos de bomberos y Guardia Civil e incluso cierto funcionariado, mandos y unidades especializadas del ejército.
Por todo lo dicho es lógico que al frente del chiringuito pongan a una indocumentada sin ninguna experiencia en ello, pero con grandes ínfulas en proteger los intereses de su jefe y partido. Ahora durante los incendios, como en la Dana, ese cometido estratagémico ha consistido en desaparecer durante el caos e irrumpir después para crear polémicas que tapen las sinvergüenzas del sindicato SÁNCHEZ.

Virginia Barcones, “la pirómana” directora de Protección Civil, es otra de tantas Peter-Girls, junto a Leire “la fontanera” y otras chicas del montón de Pedro, puestas ahí para hacer política sucia. Ya me contarán en esta España que el Estado no protege ni la propiedad privada más sagrada como es la vivienda, qué protección civil que no sea el propio pueblo llano podemos esperar. Eso sí, comparto y estoy de acuerdo en que las maratones ciudadanas son una catástrofe.
