LA DERECHA MARAT
© Fernando Garrido, 27, VII, 2023
Miente, miente en todo. Engañó y engaña siempre, adivinemos quién es. Identifiquémoslo cuando dice que él no, sino que son los demás quienes mienten y desea pasar a la Historia, según cuenta, como el que traslado los huesos del cadáver del enemigo dictador en autogiro…
¿Habíamos de creerlo? No. Es otra más. Un embeleco. Lo que ansía es pasar a la historia por ser el cataclismo que ha sacudido esta Nación removiendo su esqueleto hasta descoyuntarlo ¿Por qué? Porque es un depredador, y como tal nada le importa salvo su voraz supervivencia.
En la selva, sin rey ni ley, es donde tiene su paz, entre las bestias cuya posibilidad es nula sin él, donde es caudillo para la redención del pasado hacia el disparate nacional socialista de repúblicas ibéricas.
Eso es lo que está en su chola, no de estadista sino de descuartizador. Divide y resistirás es su lema, al que siempre es fiel. El manual de autócrata narciso que actualiza al renacentista príncipe de Maquiavelo.
Príncipe, sí, de tinieblas que tiene emboscada a España en una maraña de arácnidos extendida desde la periferia hacia el mismo centro de gravedad del Estado, que ha sido tejida con venenoso denuedo de ciempiés durante la legislatura reciente.
Lo que está por venir es el recobro del odio visceral al otro. Odio a la historia, odio a Dios, odio al ser humano, su naturaleza y la ley.
Pero el mentiroso declama que lo suyo es amor para ti, menesteroso que lo necesitas.
Mas, sólo abrazos del odio es lo que ha de llegar, por eso disfrutemos este verano de nuevo adviento del impostor, mientras encapuchados los comites de la revolución trabajan a la sombra, desde América, Marruecos y Waterloo, diseñando nuestro destino en pactos que nos harán hervir la sangre a algunos, mientras que otros se desangran como Jean Paul Marat, asesinados en la bañera de su plácida morada, con la pluma de ganso en la mano escribiendo un último e inacabado brindis al Sol.
Así, retratados como en la magnífica pintura neoclásica de Jacques-Louis David, parecen yacer hoy las fuerzas llamadas constitucionalistas, empresariales y financieras, cándidas victimas de inexistentes expectativas, incluida la traición justiciera de algunos miembros de la bancada perversa a su caudillo el depredador.
Pero para acabar con un depredador sólo vale darle caza y jaula con armas de justicia y de verdad ¿Hasta cuándo?
¿QUOUSQUE TANDEM ABUTERE, PATIENTIA NOSTRA?