© Fernando Garrido, 15, I, 2024
Enciendo la televisión. Sintonizo la cadena criminal para lavado de cerebros y la destrucción social y… por qué lo hago ¿Masoquismo? No.
Averiguar a qué y a quienes nos enfrentamos. Con el seis se identifica a la bestia de los infiernos y el polvorín con la munición toxica que administra el enemigo contra la Nación y la verdad, el Hombre y su libertad.
El analista pues, ha de conocer qué nueva gomadós, qué patraña, qué trágala, qué fechoría, que sainete, qué farsa representan hoy, qué órdenes y argumentario les han pasado desde el bunker del régimen.
Hoy, como ayer, antes de ayer y como siempre, echan una de politólogos pistoleros, otra de gánsteres expertos, luego un melodrama de feminazismo machista y después, un grotesco reality ecologeta. Su estrella invitada son unos gránulos asesinos, gallega matria de todas las batallas que van a dar contra la realidad. Desembarcaron en aguas marítimas de Portugal. Aparecen también en el reparto algunos extras. Un contingente de mal pagados y otros resentidos que actúan como arqueólogos, con mucha calma y prosaico instrumental: un cedazo y una paletita. Y nos salengranos de verlos tan afanados.
Buscan y recolectan con denuedo esos granitos blancos y diabólicos (FRRRS dixit), como si fuesen pepitas de oro del que cagó el moro. Aunque con escaso éxito, no logran reunir sino apenas menos que un cuartillo de celemín. Son voluntarios anónimos, creetelo, pero dicen que están realizando una “acción climática”.
Sorprendente descubrimiento: el granulo es un peligroso agente climático al que hay que hacer prisionero. Impresionante y Agustiniano.
Un ufano voluntariado, émulo de aquel repelente niño sabiondo que en la playa quería llenar un hoyo con toda el agua del mar; pero el bueno de san Agustín, paseando en cavilaciones por allí, le advirtió que eso era imposible, y el nene contestó: "imposible es lo que tú estás haciendo: tratar de comprender en tu pequeña mente el misterio divino".
Así, como el santo Doctor y Padre de la Iglesia, nos sentimos los justos al comprobar que la recolección marisqueña de gránulos supera el entendimiento humano, que no nos alcanza para comprender tamaña fachenda. Esa “acción climática” será mayor milagro que el de las bodas Caná o el de los panes y los peces. Porque, a partir de la nonada que es la nanobola quieren mover las montañas y mareas de odioso cieno contra los gentiles.