© Fernando Garrido, 7, V, 2023
Toledo es pura ficción, puro teatro, no cabe duda. No hablo de puy du fou, sino de que si uno lee la prensa o escucha a los multimedia parece estar en otro enclave planetario. En una tierra prometida y alcanzada en la que no damos abasto para disfrutarla.
Ya se sabe que según requiera la urgencia política, aparecen de repente estudios estadísticos ensalzando la labor de quienes liberan fondos para que precisamente subsistan los nutridos organigramas de esas instituciones apologéticas, mal llamadas científicas o académicas, que elaboran alegres panegíricos a la carta para el cliente mejor pagador.
Esta misma semana, de frenesí preelectoral, nos han lanzado la enésima lauda a la “ninfa cencerrada” de Toledo, otrora renombrada bruja sobre “escoba de platino”.
Según un insólito ICGEA (Instituto Coordenadas para la gobernanza y economía aplicada), instituto con fuerte tufo chiringuitero chupa fondos y subvenciones, “Toledo está entre los 20 ayuntamientos con mejor gestión de España”.
Es más, entre la veintena de agraciados –cómo no- una abrumadora mayoría son gobiernos del PSG-PSC-PSOE e independentistas-golpistas (Junts per Cat) junto a algún otro partido rarito y una residual presencia del PP, para que no se note tanto quienes les ponen las pilas y les llenan el saco de doblones.
Según el ICGEA en su web, inculpándose a sí mismo, dice que es un:
“Instituto de pensamiento e investigación de la interacción entre gobernanza y economía aplicada para avanzar en constructivo y en decisivo sobre el trinomio: bienestar social, progreso económico y sostenibilidad ambiental; en pleno entorno evolutivo sin precedentes desde finales del Siglo XVIII y principios del XIX con la revolución industrial. Fiel a sus principios fundacionales de independencia, apartidismo y pluralidad [dime de qué presumes…], el Instituto lidera proactivamente la fusión entre la esencia y la innovación de la liberalización económica, como mejor modelo de afrontar los retos presentes y futuros del país, de Europa y del mundo.”
Ufff…O sea ¿Del país, de Europa y del mundo? A estos tipos les da grima pronunciar España... Por lo demás no hace falta transcribir más paponadas, porque nada hay en ese ente "coordenado" que no esté trufado de la acostumbrada mareante pedantería que gasta el mester de progresía, revistiendo el lirismo ideológico con verborrea paracientífica e ininteligible para espetarnos algo así como que:
-No tienen ustedes ni idea de lo que sucede, ni de lo que sienten ni padecen, por eso nosotros les presentamos las cosas como son para que se enteren.
Lo del ICGEA es por lo visto el tipo de gabinete cienciológico que prescribe de antemano las conclusiones. Que procede según el discurso del método de “no me cabe la menor duda” y como tal selecciona sólo los datos que se acomodan a la tesis previamente marcada, rechazando todo cuanto la refuta, que es la mayoría.
De verdad tienen que venir estos señores a decirnos a los toledanos que somos imbéciles, cuando sabemos, sentimos y vemos que nuestra vida en Toledo es cada vez peor que el día, el mes y el año anterior.
A saber, hoy la ciudad está aún más fragmentada, atomizada, inconexa y despatarrada. La movilidad es un desastre. No se crea empleo. La industria no nos quiere. La calidad ambiental es mala. Ha crecido en delincuencia, vandalismo y violencia.
El precio de la vivienda es descomunal. El IBI, desbocado. La renta per cápita ridícula. Malos servicios. Peor calidad de vida. La sanidad adolece de grandes deficiencias. La limpieza es basura. El Tajo ha empeorado. Nuestros parques y jardines son eriales.
El Centro Histórico está más cochambroso, ruinoso y despoblado que nunca. Sufrimos plagas de insectos, aves y roedores. La ordenación urbana está patas arriba y sin POM. Suma y sigue…
Se podría continuar dando el plomo con varias tandas de despropósitos y maldiciones, como otras recordando los mil anuncios y embelecos fake, noticias panfletarias, estadísticas poropagandosas, junto con un glosario razonado con todos los verbos activos invariablemente fiados al futuro simple (haré, daremos, crearé, construiremos, dotaré, solucionaremos, repartiré…) referidos a lo que está por venir, pero que nunca llega.
Como la zanahoria atada al palo que necesariamente escapa a la boca hambrienta del asno incauto.
No hay que darlo más vueltas. Definitivamente en Toledo al frente del ayuntamiento tenemos a la mujer anuncio.